Crítica de Felicitas

Felicitas- que se estrena el jueves- es la cuarta película de Teresa Costantini. Está libremente basada en hechos reales que ocurrieron en la agitada Buenos Aires de 1860. Felicitas Guerrero,encarnada por Sabrina Garciarena, es lahija mayor de una familia acaudalada porteña, está enamorada de Enrique Ocampo. Pero su padre(interpretado por Alejandro Awada) tiene otros planes: con sólo 15 años, la casa con un buen amigo suyo, el poderoso Martín de Alzaga (Luis Brandoni). Así Felicitas debe renunciar a su amor de adolescencia y aceptar su rol de esposa de alta sociedad. Después, hechos trágicos cambiarán su destino y deberá tomar decisiones dolorosas. Ocampo nunca la deja de amar y parte a la guerra con su recuerdo. La película tiene un excelente nivel técnico: la reconstrucción de la época es sumamente minuciosa, la fotografía es bellísima y los vestuarios muy cuidados. Sabrina Garciarena es convincente en su papel, aunque por momentos le falta fuerza. Heredia se esfuerza, pero su personaje sufrido y con destino trágico carece de profundidad. En sus roles secundarios de destacan especialmente Brandoni, como el marido mayor enamorado y sufriente por la pérdida de su hijo, Awada como padre estricto y Ana Celentano como la madre, y Nicolás Mateo, como Cristián, el primo enamorado de Felicitas en silencio. Con dos horas de duración y un recorrido por la vida de un personaje-la mujer más hermosa de la república, viuda adinerada y codiciada muy interesante, Felicitas es una película que vale la pena ver.
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